“Lo único inmutable es el cambio” decía Heráclito. Todo está cambiando y, ante el estupor de ciertos sectores económicos y políticos, eso afecta también los derechos de autor.
El cambio de paradigma en la concepción de los derechos de autor se resume perfectamente con el auge de la tecnología digital y la explosión de Internet como herramientas para reproducir y distribuir música, películas, libros, artes plásticas y otros contenidos culturales susceptibles – hasta hoy – de protección por los derechos de autor, mas allá del espacio físico entre las fronteras.
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