Por tanto, en estos casos la única forma en la que una sociedad podría trasladar su domicilio social a otro Estado miembro, sin necesidad de disolverse y de reconstituirse conforme a las leyes del Estado de destino, es, a juicio del alto tribunal, adoptando como nueva lex societatis la del Estado de destino.
Para más información póngase en contacto con Enrique Marinel-lo Jordan: [email protected]