La crisis del coronavirus ha trastocado toda nuestra vida. En cuestión de muy pocos días, la normalidad se ha evaporado y todas nuestras acciones personales y laborales, queramos o no, giran de repente, y casi exclusivamente en torno a la pandemia que amenaza a miles de personas y a nuestra economía y que, muy probablemente, transformará nuestra forma de vida para siempre.
Cada día que pasa es crucial para encontrar una solución en forma de vacuna o medicamento capaz de frenar esta crisis sanitaria global. Europa se ha convertido ahora en el epicentro de la epidemia. Ante esta realidad de consecuencias imprevisibles, urge encontrar una solución lo antes posible. Es por ello que la Comisión Europea, a través del Consejo Europeo de Innovación (Acelerador EIC), anunció el 16 de marzo una convocatoria, cuyo plazo expira hoy, 18 de marzo a las 17.00, en búsqueda de start ups y PYMES que puedan aportar con carácter de urgencia soluciones científicas al problema del coronavirus. El proyecto está respaldado por una financiación de 164 millones de euros. El presidente del gobierno español anunció ayer una partida de 30 millones de euros también para la investigación del coronavirus.
Sin minimizar los esfuerzos de las grandes farmacéuticas, la Comisión Europea ha entendido que lo que hace falta ahora es rapidez y el mejor talento. Y ese talento reside en los equipos de científicos e investigadores que trabajan en las universidades, origen de gran parte de las start ups y PYMES del sector Life Sciences.
En momentos como este es cuando se demuestra que las start ups de Life Sciences no son únicamente una oportunidad para la inversión. Su trabajo y talento tienen que recibir el apoyo y respaldo público y privado, no sólo económico, sino también introduciendo cambios en la Ley de la Ciencia y la Ley de Universidades que faciliten la transferencia tecnológica entre las universidades y las empresas. Solo así podremos beneficiarnos de ideas frescas e innovadoras que pueden aportar soluciones a mercado más rápidas y flexibles que las grandes farmacéuticas. La agilidad de las start ups puede ser decisiva.
Socio· Abogado especializado en Biotech y Life Sciences